Algo de mi propia invención (APORTADO POR PEPECUERVO)

Como una sombra en blanco y negro se agolpaban uno tras otro los recuerdos de esa noche, esa frialdad que nunca fue, esas deducciones marcadas por la baratez de ese vino, y la falsedad de esa historia que sabia suya.Tirado en la cama, fumando el ultimo pucho que antecedia al siguiente, observaba los arabescos rebeldes de un humo que se sabe libre de hacer lo que se le cante, lo que le venga en ganas, ese humo al que no pueden limitar barreras fisicas, porque siempre encuentra esa rendija, esa hendidura que le permite seguir esparciendose, hasta diluirse, hasta convertirse en un componente mas del aire, hasta desaparecer. Sus dedos aferrados a la almohada,a lo unico que en ese momento lo acompañaba, a esa certeza de que seria lo unico que lo acompañaria hasta el final, esa almohada que escucha y no responde,desinterada, unicamente preocupada por cumplir su primordial función, ser un objeto donde descansar nuestros pensamientos, donde desarrollar la bienamada tarea de dormir profundamente. La decisión se formo sola un día sin que el lo supiera, pero sabiendolo desde el mismo momento, en que la decision empezo a entramarse timidamente,pero formando lazos casi irrompibles.Se quitaria la vida como un homenaje a su vida misma,a la vaciedad de levantarse cada mañana, preparar el mate, y perderse en contemplaciones que a esa hora solo hacen daño, o capaz no, capaz que solo hacen compañia. No había disparadores, no había razones aparentes, solo una decisión que era imposible declinar, una decisión que adopto pero al mismo tiempo no lo hizo, una decision que se tomo la libertad de hacer la eleccion por el, y que le vas a hacer, las cartas ya estan en la mesa,y hay que jugar, hay que respetarlas. Se dijo a si mismo que eso le pasaba por ser tan consecuente con sus ideas, por seguir sus impulsos, y si ese impulso había aparecido, debería seguirlo, quisiera o no, eso ya no importaba. Fumaba en la cama, ese pucho que precedia al ultimo, que antecedia al que vendria mas tarde, cuando surgiera esa otra decisión, la idea de como hacerlo, de como llevar a cabo la otra decisión,la principal, la que al fin ya no importaba,y tal vez jamas importaria a nadie,ni a su ya desarmada familia, esa familia de postales de fin de año, de llamadas en los cumpleaños, de visitas obligadas e incomodas en el hospital, ni a esa familia, ni a esos amigos, que eran coincidentemente los mismos de aquella infancia tan lejana, donde los impulsos eran inocentes, donde las decisiones no reportaban mayores problemas, más que algun raspon en las rodillas, o alguna reprimenda de la vieja, y algun intento de cintazo del viejo, que una ajustada finta y una posterior corrida, evitaban y hacian olvidar las razones.De repente sintio miedo, miedo a ese impulso que sabía pronto a llegar, ese impulso que debería de cumplir al pie de la letra, como lo hizo siempre,como no lo dejaria de hacer en ese momento, desecho el miedo, pues era un impulso que ocupaba el espacio del que vendría,ese que su firmeza y su consecuencia hacian que le permitiera un espacio, ese espacio que una idea de su propia mente le había asignado, y del cual ya no podia desalojarlo.Penso en las veces, en las que sus impulsos no lo habían hecho actuar con consecuencia, y descubrio que su mente se plagaba de esos momentos, pero eran impulsos sin importancia, parecidos a los de su niñez, nada comparado con los nuevos,con los de los ultimos años, con los de su vida adulta. Se enderezo en la cama repentinamente, alli estaba, sentia que llegaba,que era inevitable ya, que nada podria hacerlo cambiar de idea, y sin darle tiempo a reaccionar una pistola se dibujo en su inconsciente, se destaco de esa linea constante de pensamientos, que indican el correcto funcionamiento de nuestro cerebro, tomo color y se situo como lo unico que ocupaba su mente, el miedo volvio,y aparecio la incredulidad, la incredulidad de ver como su mano abria el cajon de la mesa de noche, y sus dedos se aferraban temblando a la culata de su 38, ese que habia comprado en Piedras Blancas, cuando lo habian intentado robar,habia olvidado practicamente su existencia, pero alli estaba, alli en su mano, que temblando aun, la iba levantando de su lecho, y la iba acercando sin demora a su boca, de repente un nuevo impulso invadio su mente, no se suicidaria, feliz de esa nueva decision que el no habia tomado, si no que tan solo quiso aparecer, se sento en la cama para volver a guardar el rrevolver en el cajon, pero no pudo, esa mano temblorosa que ya no era suya, seguia dirigiendose indefectiblemente a sus labios entreabiertos por la sorpresa, la sorpresa de no poder entender, como su cuerpo no aceptaba ese nuevo impulso, el impulso final, el impulso que precedia a la incredulidad, o al miedo, ya daba igual, lo unico que importaba era que antecedia al impulso de apretar el gatillo, dejo de pensar ya no era un ser pensante, solo un cuerpo que resbalaba por el costado de la ccama, con la incredulidad pintada en su rostro, con la sorpresa reflejada en su boca abierta, y dentro de esta un caño humeante de 38, un calor que no sentia,una nada, un ultimo impulso.